El diseñador de modas Merlin Castell siempre soñó con la fama

Espectáculos El diseñador de modas Merlin Castell siempre soñó con la fama

El diseñador hondureño Merlín Castell prepara a las modelos para la... 31/10/2008 6:40 AM
Los Ángeles, EFE

Los Ángeles, 31 oct (EFE).- Desde su niñez en un pequeño pueblo agricultor de la costa norte de Honduras Merlin Castell diseñaba ropa para muñecas de barro que hacía su hermana y soñaba en un día convertirse en alguien muy famoso a nivel internacional.

Castell, originalmente Merlin Castellón, es un diseñador de alta costura que cada día adquiere más renombre entre las celebridades de Hollywood. Cada vestido suyo puede costar de 400 a 5.000 dólares.

El diseñador, de 38 años de edad, grabará este fin de semana un programa sobre alta costura que se emitirá la próxima temporada por el canal de televisión por cable Bravo.

Castell ha sido recientemente el protagonista del programa de Janice D. o J.D.M.A transmitido en el canal Oxigen, en el que se le caracterizó como un exigente diseñador.

Aunque más que exigente él se considera como un perfeccionista con su obra.

Castell ve el nuevo programa de televisión por Bravo como una forma de darse a conocer más a nivel nacional e internacional, un año después de haber iniciado el diseño de ropa femenina.

Durante cuatro años centró sus diseños en ropa masculina y llegó a vestir a celebridades como el famoso guitarrista Carlos Santana y los actores John Leguizamo y Jimmy Smits.

"Todavía no sé si me van a seleccionar para el programa ni tampoco si me conviene quedarme, pero es una buena oportunidad para darme a conocer", dijo Castell a Efe.

El hondureño es un dibujante nato. Desde antes que asistiera a la escuela junto con su hermana mayor Leyda hacía dibujos de castillos y mansiones en la tierra del patio de su casa en el pequeño pueblo de Isletas en la zona norte de Honduras.

Además, su hermana, quien ahora es estilista, hacía muñecos de barro que él vestía con trozos de las cortinas de la casa.

Después de que el huracán "Fifí" azotara la costa norte de Honduras a mediados de los años 70, la familia Castellón se mudó a las sabanas, áreas sin mucha vegetación arbórea donde se criaban vacas y se cosechaba maíz y fríjoles.

La vida allí le disgustaba a Merlin, el menor de los siete hijos de su madre soltera, quien había sufrido la muerte de su hermano gemelo durante el nacimiento.

Pocos años después su madre se tuvo que trasladar a la capital del país debido a una condición física que debía ser tratada en la ciudad. Poco a poco fue llevando a sus hijos.

La vida allí era distinta y a él le gustaba. A los nueve años comenzó a dibujar con más ahínco.

"Yo pensaba que iba a ser caricaturista, pero siempre terminaba dibujando ropa con ideas que tomaba de programas que veía en televisión, como el Chavo del 8, de las telenovelas y del programa de Verónica Castro 'Esta noche no'", comentó.

De allí comenzó a crear los diseños para su propia ropa que le hacía una costurera amiga de su madre.

Así, ella no tenía que preocuparse por la ropa de su hijo, pero a cambio él la presionaba para que le pagara clases de italiano y lo enviara a un colegio bilingüe, lo cual la madre hizo a costa de mucho trabajo en el pequeño restaurante que poseía.

Pero la apretada economía familiar impidió que él siguiera estudiando en esas escuelas privadas y terminó sus estudios en escuelas públicas.

Después de cursar cuatro años de la carrera de arquitectura se le presentó la oportunidad de viajar a México, donde inicialmente se iba a especializar en esa área, pero terminó en una escuela de alta costura.

Posteriormente, se mudó a Italia para seguir perfeccionando y aprendiendo técnicas y de ahí a Los Ángeles, donde se ha instalado desde hace ocho años.